El Coronavirus y su impacto en la economía mundial
De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS) los coronavirus son una extensa familia de virus, algunos de los cuales puede ser causa de diversas enfermedades humanas, que van desde el resfriado común hasta el SRAS (síndrome respiratorio agudo severo). Los virus de esta familia también pueden causar varias enfermedades en los animales. Esta cepa de coronavirus se identificó por primera vez en Arabia Saudita en 2012.
Hasta el momento, 9 de febrero, se han diagnosticado en China 37,198 contagios, de los que 6,188 se encuentran en estado grave. Los casos sospechosos son ahora 27,657, cuatro mil 214 más que el viernes, mientras que los pacientes que han recibido el alta desde el comienzo de la crisis son ya 2,064, después de que el viernes pudieran abandonar el hospital otros 522. Y han fallecido 803 personas.
Para evitar una mayor propagación del brote del nuevo coronavirus tanto en China como a nivel mundial, y para proteger a los Estados cuyos sistemas de salud están menos preparados, la comunidad internacional ha puesto en marcha un plan de preparación y respuesta que abarca el periodo comprendido entre febrero y abril de 2020 y para el que se necesitan 675 millones de dólares.
El plan busca aplicar las principales medidas de salud pública que permitan que los países estén preparados y puedan combatir el coronavirus. Además tiene como objetivos limitar la transmisión del virus entre personas, sobre todo en los países más vulnerables en caso de que se enfrenten a un brote; detectar, aislar y atender rápidamente a los pacientes; transmitir datos básicos sobre los eventos y los riesgos; reducir al mínimo las repercusiones sociales y económicas; limitar la propagación del virus a partir de fuentes animales, y resolver incógnitas importantes.
En este breve artículo se analizará los efectos, en el corto y mediano plazo, sobre la economía mundial del coronavirus.
En los últimos meses de 2019 la economía mundial presentaba una clara tendencia a la desaceleración económica debido, en parte, al enfrentamiento entre China y los Estados Unidos por las políticas comercial de aplicación de aranceles de parte de este último país, sin embargo, en el mes de diciembre se presentó una tregua que permitió eliminar los nubarrones del conflicto. Así el 13 de diciembre de 2019 los Estados Unidos y China anunciaron la conclusión de la «fase uno» de un pacto para poner fin a la guerra comercial y que significará la paralización o la postergación de elevados impuestos previstos para el comercio bilateral. Las bolsas de valores de varios países incluyendo la de los Estados Unidos registraron una notable alza ante la expectativa de que el enfrentamiento comercial entre Washington y Pekín esté llegando a su fin. En ese momento, el mundo económico respiró tranquilo al conocer el acuerdo entre los Gobiernos de China y Estados Unidos para desactivar la guerra comercial vigente desde 2018. Aunque no fue una salida ideal, sí daba buenas razones para creer que la economía podría repuntar en estos meses de 2020.
Sin embargo, este nuevo escenario contrasta con el optimismo de las tres primeras semanas del presente año. La economía china estornudó por cuenta de la epidemia del coronavirus y, al hacerlo, podría haber contagiado a la economía global.
Por ahora solo hay pronósticos reservados. Entre otros temas, preocupan las posibles bajas en el crecimiento económico del primer trimestre, caída en los precios internacionales del petróleo, incertidumbre en los mercados de valores, cancelación de viajes y turismo, y enorme preocupación por las posibles interrupciones en la cadena de abastecimiento.
Es importante resaltar que uno de los objetivos centrales del gobierno Chino es la de expandir su economía que entienden que el tamaño, la fuerza y la sofisticación tecnológica de la economía son fundamentales para todas las dimensiones del poder nacional, incluida la capacidad militar.
Además, sin un crecimiento a largo plazo, el ingreso per cápita no aumentará, y China caerá en la trampa del ingreso medio. El crecimiento sostenido también es fundamental para la legitimidad ante sus ciudadanos así como lo es el esfuerzo nacional para convertirse en una superpotencia tecnológica, con dominio global en 5G, semiconductores, supercomputación e inteligencia artificial (IA).
China ha desarrollado una estrategia doble. Mientras aumentan su poder, personal e influencia financiera dentro de las instituciones de gobernanza global existentes, los líderes de China también están construyendo nuevas instituciones centradas en China, como el BRI y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. Estos datos muestra la importancia que tiene China en el concierto económico mundial. Por ello resulta crucial loe efectos del virus en la dimensión económica mundial.
Mercados accionarios
Por ello los primeros reportes de la epidemia provocaron pánico en las bolsas de valores, en las que cayeron dramáticamente los precios de las acciones. No obstante, con el paso de los días los mercados han reaccionado y, salvo por las bolsas chinas de Shanghái y Shenzhen, el resto ha comenzado a recuperar la normalidad. En este proceso fue definitiva la intervención del Banco de China, que inyectó liquidez por casi 173.000 millones de dólares al sistema financiero para amortiguar el golpe de confianza.
Mercado petrolero
El petróleo también resultó afectado. Desde que comenzó la crisis sanitaria los precios han dado tumbos. Los mercados temen que, de extenderse la cuarentena decretada en Wuhan y de continuar la semi-parálisis en las actividades productivas del país, la demanda seguirá disminuyendo.
Esta reducción en la actividad productiva ha hecho que los precios del crudo hayan caído casi 15 por ciento en las últimas semanas. La razón básica: China consume el 12 por ciento del petróleo del mundo. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sigue con cuidado los acontecimientos en China y ya ha planteado fórmulas para hacer reaccionar los precios nuevamente, entre ellas, recortar la producción. Tras varios días de caídas, el precio del petróleo subió ayer más de 2% en los principales mercados internacionales de referencia, por las versiones acerca de una posible vacuna contra el coronavirus. El barril de crudo WTI, que cotiza en el mercado de Futuros de Nueva York (Nymex), cerró US$ 51,5, con un incremento del 3,74%.
En tanto, el barril de petróleo Brent, que cotiza en el mercado electrónico de Londres (Ice), cerro a US$ 55,54 con un incremento del 2,9% para su entrega en abril, de acuerdo con datos de la agencia Bloomberg.
Actividad Económica
Pero no todo son buenas noticias, Los bancos de inversión tienen sus propios pronósticos sobre el impacto del coronavirus en la economía mundial. El Deutsche Bank calcula que el brote de coronavirus reducirá en al menos 0,5 puntos el crecimiento global en el primer trimestre, y el PIB de China podría pasar de un estimado de 6,1 por ciento al 4,5 por ciento. Pero otros son más pesimistas. Goldman Sachs estima en 1,4 por ciento el impacto sobre el crecimiento global y coincide en el 1,6 por ciento sobre China.
Sin duda estos cálculos estos cálculos incluyen la caída en el comercio mundial por efectos de la semi-parálisis que viven hace varias semanas las principales fábricas chinas. Sus exportaciones van a marcha lenta y hacen perder la dinámica en las cadenas de abastecimiento, pues este país es la fábrica del mundo.
Turismo y transporte aéreo
Los efectos de la epidemia también están afectando al turismo y al transporte aéreo y de carga. Más de una docena de aerolíneas suspendieron temporalmente sus vuelos a China. Las dos próximas semanas serán críticas, dicen los expertos.
La lista incluye a las europeas Iberia, British Airways, Swiss, Lufthansa y Air France; estadounidenses como United y American; a la canadiense Air Canada. Tampoco van Turkish Airlines, Ural Airlines, y las africanas Kenia Airways,
Air Madagascar, Air Mauritius y Rwand Air, entre otras. El efecto colateral es la menor demanda de combustibles para avión, que tiene a los productores de petróleo en total incertidumbre.
En el festejo del Año Nuevo Lunar, millones de viajeros chinos se desplazan por el mundo. A París, llegan cada año más de 2 millones y a España cerca de un millón. Aún es pronto para medir las pérdidas, pero ya las asociaciones de hoteleros y restaurantes de estos destinos comienzan a preocuparse por la ausencia de estos turistas.
La menor actividad económica y los bloqueos en el transporte aéreo y portuario tendrán serias consecuencias en el crecimiento de la economía global y de China y sus aliados en particular, al menos durante el primer trimestre del año.
Dr. Carlos Germán Palafox Moyers
Investigador y Docente del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y Consejero del Observatorio de Convivencia y Seguridad del Estado de Sonora (OCSES).