Tomado de Internet/archivo confidencial, Director Eugenio Madero
VAYA, LO QUE hacía falta. Aun y cuando se ha dicho que el diputado Enrique Torres no “suena”, “nadie lo pela”, “no tiene apoyo de palacio”, pues entonces no entiendo el porque de algunos ataques que quieren hundirlo políticamente.
Y es que a raíz de las últimas encuestas donde ni siquiera aparece su nombre, aunque claro es mucho mejor no aparecer que hacer el ridículo, como lo han hecho algunos supuestos aspirantes tocados por el dedo azul del gobernador, en el caso de Enrique lo que han hecho sus enemigos es impulsar demandas en su contra como esa que apareció en El Imparcial hace unos meses y que quieren que tome fuerza de nuevo.
Me refiero a una donde lo involucran en Magdalena sobre un pleito legal en relación a una barda de la casa de su mamá que tiene más de cincuenta años (la casa) y aparte es de adobe. Ahí lo traen en salsa, por favor.
Y es que algo trae en la catota Enrique Torres para haber llegado a donde llegó.
Por ejemplo, fue maestro de matemáticas en el Cobach de Magdalena para once generaciones de chamacos que le llamaban “”ElTorres”, no lo bajaban de “cabrón” por ser un profe duro, estricto, severo con los errores.
Y luego empezó a escalar en la política, solo, sin apoyo de grupos de ninguna especie, no se acomodaba su forma de ser: igual que como profe pero con una combinación interesante, si prometía algo, lo cumplía y en el corto plazo. Así poco a poco fue conformando un estilo de hacer política que gustó, que impulsó y que logró adherirlo a él a una nueva corriente dentro del PAN que busca actuar en base a los principios iniciales del panismo, aquel que no buscaba el poder por el poder, sino para convertirlo en una estrategia para el realizar en lo máximo posible el bien común, la forma de ser de los macquíos, los pelones rosas, muchos de los panistas ya viejos o fallecidos, incluido el papá del actual presidente Felipe Calderón.
Por esa razón y en base a esa corriente, se le incluyó a Enrique Torres, este diputado albiazul, en la lista de gente que apoyó al presidente Calderón cuando este otorgó el toque divino a Ernesto Cordero y en esa lista únicamente hay dos sonorenses: el gobernador Padrés y “ElTorres”, obviamente no hubiera aparecido allí sin el visto bueno del gober.
Y es que no se entiende de otra manera. ¿Para que el gobernador Padrés va a sacar a la vitrina a su gente para que sea golpeada por los medios y demuestren su inutilidad?
¿O acaso no es cierto que por más que quiera, José Inés “El Pala” Palafox no ha logrado subir en las preferencias de los sonorenses?, ¿lo mismo pasa con Lola del Río, como que le hace falta otro libro para tener el pretexto de venir a Sonora? Y es que la raza olvida pronto.
En cambio Enrique, calladito, sin mucho escándalo, pidiendo de favor aparecer en los medios, aun y cuando lo tienen vetado desde la oficina de Gobierno del Estado que maneja Jorge Moral.es, sigue con su luchita. De allí que lo que reciba sean comentarios negativos de parte de algunos columnistas quienes sin conocerlo lo rechazan y dicen “no ha hecho nada”, “no tiene peso”, etcétera.
Sin embargo, cada persona de la tercera edad que va y recoge su cheque a nombre de los migrantes –algo así como 38 mil pesos–, si saben que le deben esa lucha a Enrique Torres. Y ahora por cierto, depositaron 500 pesos cada uno de los beneficiados pues van a buscar más recursos que andan por allí, en algún fondo.
O bien, los que no tienen vivienda, los indocumentados que se han visto beneficiados con sus programas o aquellos alcaldes –como el de Hermosillo–, que han recibido el apoyo del diputado, por supuesto que saben quien es. En el caso de la capital sonorense, “ElTorres” le ayudó con casi cien millones de pesos para su programa de pavimentación. Fueron miles las personas apoyadas con ese dinero, por poner un ejemplo, ¿y cuándo han dicho algo positivo de él?
En el caso de su informe de trabajo al frente de su diputación, allí estuvo presente el gober Padrés, honor que no hizo con otros.
El hecho es que en su gestión ha logrado brindar apoyos por más de mil 500 millones de pesos a muchos municipios de todos los colores. ¿Y todo para qué?, para que a las primeras de cambio que se mencione su nombre para ser senador, quienes rodean al gober, le pongan piedrotas, caras amargas, le cierren la puerta y hasta le saquen la lengua al no ser de grupo político alguno.
O una de dos: Enrique Torres tendrá que unirse a grupos políticos ya hechos de los que buscan el poder por el poder –que ya todos conocemos–, o bien., tendrá que seguir haciendo el trabajo que sabe hacer y que lo llevó a ser diputado local y luego federal. El problemas es que la política es una carrera de aguante y eso si, tiene a su favor que su agenda de gobierno, todos los puntos prometidos los ha cumplido y eso vale mucho aunque no se publicite.
BUENO, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
