Ciudad, Obregón; 20 agosto 2013.- «Apenas iniciado el ciclo escolar en los 72 municipios de Sonora, empiezan a surgir infinidad de deficiencias presentes en los planteles educativos de todos los niveles», declaró el diputado local Abraham Montijo Cervantes.
Como una situación lamentable y desagradable, calificó el diputado Montijo Cervantes las condiciones en las que se encuentran algunos planteles educativos en el Estado.
«Es lamentable ver como algunas instituciones educativas carecen de aulas suficientes para atender a los estudiantes, teniendo que recurrir a rentar aulas móviles; incluso otros centros escolares presentaron deficiencias en el sistema eléctrico impidiendo poner en funcionamiento los aparatos de aire acondicionado, tan necesarios ante las altas temperaturas registradas por arriba de los 40 grados», expresó el legislador.
El diputado priista, representante del distrito XVIII, Ciudad Obregón Norte, comentó que varios padres de familia le reportaron que las deficiencias se presentaron en infraestructura, además de un retraso en la entrega de uniformes y útiles escolares, y la explicación del Secretario de Educación Jorge Luis Ibarra fue que serán distribuidos en el mes de septiembre.
“Al parecer la planeación no se encuentra en el diccionario del Maestro Jorge Luis Ibarra Mendívil, al menos así parece, es inconcebible que cada año se presenten los mismos problemas, muchos de los cuales se han acrecentado, aun cuando para ellos la famosa Transformación Educativa es el programa sexenal más importante de la última década”, refirió el legislador.
Abraham Montijo indicó que un ejemplo muy claro de la mala planeación se da en el Cobach Plantel Villa Bonita del municipio de Cajeme, mismo que desde el año 2011 se instaló la primera piedra y es tiempo que no se ha concluido las aulas en su totalidad.
«Aquí los más afectados son los alumnos y por supuesto los padres de familia, que ven con incertidumbre la preparación de sus hijos por no contar con espacios dignos y de calidad para la realización de sus trabajos profesionales», concluyó Abraham Montijo Cervantes.