Carlos Armando Briones
Abel Murrieta prefiere no opinar sobre las declaraciones de los funcionarios de la bodega estatal.
«El caso lo tuve solamente 15 días, como procurador acordamos realizar una investigación conjunta con el gobierno federal, hubo peritos expertos de la PGR que determinaron las causas y jueces quienes analizaron los hechos».
Asegura desconocer estas nuevas declaraciones.
Según la investigación del periódico «Reforma» de circulación nacional existen declaraciones ministeriales de Arturo Torres Escalante, Arturo Bracamonte Córdova, Álvaro Pacheco Ferral y Jorge Lavandera, funcionarios del Departamento de Control Vehicular de la Secretaría de Hacienda de Sonora de aquel entonces y que están en poder de dicho impreso.
Ellos contradicen la versión oficial de la PGR y la propia procuraduria estatal, la cual determinó que el incendio inició en un cooler y se originó por un descuido, sin embargo en sus declaraciones afirman que realmente no había luz que pudiera causar algún corto ya que bajaron los térmicos antes de la tragedia.
En respuesta Abel Murrieta respondió que no opinaría sobre esta nueva versión, dij0 respetar los diferentes puntos de vista y que desconoce lo publicado.
El caso pudiera dar un vuelco
La pregunta sería ¿ Porque tanto el ministerio público estatal, la PGR , incluso los jueces desecharon éstas importantes declaraciones ?
Al respecto el abogado defensor de Manos Unidas Gabriel Alvarado ha criticado el manejo de la investigación respecto al peritaje de la tragedia al grado de señalar que pudo haber un posible arreglo entre el ex presidente Félipe Calderón y el ex gobernador de Sonora para fabricar los hechos y poder así deslindarse de esta tragedia.
Más aun cuando uno de los señalados de provocar el incendio fue el chófer de Juan Carlos Lam. Jóven ejecutado recientemente con arma de grueso calibre y que pudo ser un inculpado clave para ratificar estos hechos de esta nueva versión. Y por parte del gobierno federal familiares cercanos de Margarita Zavala quienes eran socios de la guardería la cual no contaba con las medidas de seguridad necesarias.