HERMOSILLO, Son. (apro).- El secretario de Seguridad Pública del Estado, Ernesto Munro Palacio, declaró que le provocó risa la recomendación que emitió la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en defensa de un reo que perdió la vida y otro al que le desmembraron un brazo en una riña carcelaria.
“Le vamos a pedir al presidente de los derechos Humanos (Raúl Ramírez Ramírez) que nos avise cuando se vaya presentar un connato de bronca en uno de los ceresos para evitarlo… Hasta me da risa”, ironizó el jefe de seguridad.
De acuerdo con la recomendación 036/2014, originada el 14 de octubre anterior, se violaron los derechos humanos de Juan Manuel y Raúl Adrián, al estar internados en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Caborca, localizado a unos 277 al noroeste de Hermosillo.
“Las autoridades penitenciarias actuaron de manera tardía, lo que revelan las fallas que prevalecen en el Sistema Estatal Penitenciario de Sonora”, cita el documento oficial.
A cargo de Munro Palacio se encuentran 13 centros penitenciarios estatales, en donde se contabilizan a 11 mil 500 reos y de acuerdo a los datos de la secretaría que dirige cada uno de estos ceresos excede al doble su capacidad poblacional.
Por separado, el presidente de la CEDH sonora, Raúl Ramírez Ramírez, señaló que el hacinamiento carcelario es la principal causa de violaciones a los derechos de los reclusos, al igual que la falta de un programa de separación de internos según su sexo y edad, sus antecedentes, los motivos de su detención y el trato que corresponda aplicarles.
“El Estado al privar de la libertad a una persona por medio de un órgano de Gobierno asume además de su custodia, la obligación de garantizar una estancia digna y segura en los establecimientos carcelarios, lo cual implica un adecuado resguardo de su integridad y seguridad personal”, sostuvo el ombudsman sonorense.
Esta recomendación se derivó cuando Juan Manuel perdió la vida a causa de un golpe en la cabeza que le propinara interno del “área de segregados”; y a Raúl Adrián, le amputaron el brazo tras recibir una golpiza de parte de otro interno.
“En ambos casos, el actuar de los custodios y del director del penal, fue inadecuado e impuntual”, concluye la recomendación.