Hermosillo, Sonora 28 agosto 2011. En su rostro es evidente la expresión de incertidumbre La señora Socorro Gallegos quien cuenta con 60 años de edad camina de un lado a otro preocupada este domingo por la Plaza Zaragoza de Hermosillo, esperando alguna respuesta de la autoridad o de alguno de los líderes a quienes les entregaron dinero para permitirles invadir la vivienda abandonada o el terreno.
Ella pertenece a una de las 700 familias indican quienes fueron desalojadas de la ex colonia «El Guayacán» la cual fue demolida en su totalidad con maquinaria pesada.
Ella nos narra que hace 5 años vivía en el Guayacán y entregó la cantidad de 3 mil pesos a Angelina una vendedora de terrenos socia de un señor a quien me comentan le dice“ El Chaca” sin saber exactamente sus apellidos.
“Soy Costurera de Oficio doña Socorro y la situación se me complicó por que ahora tengo que vivir con mi hija y me siento arrimada, porque siempre he sido independiente aunado a que el espacio de la vivienda no es el ideal ya que se genera confinamiento, no cuento con una pensión que bien podría ayudar económicamente en mi situación” describe.
Nostálgica nos comenta que ella había vendido su casa para comprarse un terrenito y poder así construir su casita para no dar molestias a su familia pero todo le resulto mal.
Describe que en el momento que fue desalojada sin previo aviso patearon la puerta de su casa, una vez adentro le manifestaron que salir y desalojada, ordenándole que sacara lo que pudieran por que las maquinas pesadas estaban listas para comenzar a tumbar las viviendas.
“Me asuste mucho con que derecho hacen eso estas gentes no respetan nada” dice molesta la señora Socorro Gallegos
Finalmente solicito el apoyo de las autoridades ya que dijo ser una mujer independiente, a quien no le gusta vivir arrimada con sus hijos.
“Siempre he luchado mucho por tener una vivienda digna, acudo regularmente ala PromotoraInmobiliariapero el precio en que venden las casas es muy caro, además de que las sortean.” Sin embargo ella no puede esperar.
Por lo anterior nos expresa que el gobierno no genera las condiciones para que la gente humilde pueda adquirir una vivienda digna porque la oferta es cara y fuera de la realidad del salario del trabajador.