Carlos Armando Briones
Arrecia la violencia en Hermosillo a pesar de la adquisición de nuevas patrullas y el arribo de la guardia nacional.
Las declaraciones vertidas por la Alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas, recientemente respecto al arribo de los elementos de la Guardia Nacional anunciadas con bombo y platillo al parecer se le revierten por protagonismo mediático. Incluso se extralimita al declarar que los 345 elementos de la Guardia Nacional apoyarían las acciones de seguridad en varios municipios, incluido Hermosillo. No es la primera vez que la alcaldesa se asume como vocera de los demás alcaldes sobre todo de Morena.
Ni el propio Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Pública Nacional, presumió la llegada de los 1800 elementos de la guardia nacional a Sonora, solo se limitó anunciar la llegada no inmediata para reforzar la seguridad en el estado y por un asunto coyuntural producto de una serie de crímenes que iniciaron en Agua Prieta posteriormente en Obregón, Guaymas, Empalme y Rosario Tesopaco entre los más visibles. Fue por ello de la reunión con la gobernadora Claudia Pavlovich y el Secretario. El asunto es que a pesar de la serie de homicidios en Sonora, todavía no se registraban con tanta violencia en Hermosillo. Alfonso Durazo sin duda reconoce la situación como un asunto delicado en el que se requiere ser más operativo y mesurado que mediático.
Con la llegada de la Guardia Nacional paradójicamente las declaraciones de la munícipe hermosillense, Célida López, no solo exhibe las debilidades de la policía municipal al afirmar que no cubren todos los frentes en diferentes zonas de la ciudad capital, si no nuevamente se extra limita asumiéndose como vocera o titular de la Guardia Nacional y del propio Ejército, en vez limitarse a responder lo que le compete a la corporación municipal, y duele más cuando en los hechos recientes es precisamente a un mando importante de la corporación municipal a quien ultimaron con todo y la presencia de la Guardia Nacional y las nuevas patrullas. Así sus palabras.
“Definitivamente la llegada de la Guardia Nacional fortalece muchísimo a Hermosillo porque se despliega el Ejército a puntos de la ciudad y la Guardia Nacional a otro, de esta manera el Ejército puede tener más cobertura y la Guardia Nacional puede cubrir otros frentes que antes no cubríamos”. Declaró.
¿Qué no le corresponde Alfonso Durazo realizar este tipo de declaraciones? Pero ni siquiera él expresó palabra alguna.
Por lo pronto en Hermosillo, se prendieron las alertas de no sé qué color, lo cierto es que tuvieron que acordonar la comandancia centro por una supuesta reunión entre mandos municipales dados los hechos. Fue sin duda un domingo trágico en donde hubo ejecuciones en zonas céntricas con la presencia de niños y sus familias.
¿Por qué ese afán protagónico de la alcaldesa? Sería la pregunta, tal vez la respuesta atinada la respondió su ex compañero de partido, Ernesto Munro Palacios, actual dirigente del PAN Estatal incluso considerado por muchos su aliado, quien afirma que anda en plena campaña electoral por la gubernatura, pero no solo ella, su propio equipo de trabajo al parecer tienen la instrucción de sumar gente de todos los sectores de Hermosillo a su proyecto, el argumento es que para ellos ya inicio la campaña electoral 2021. Práctica que no es nada nueva, ni sorprendente entre los partidos tradicionales y que al parecer en Morena comienza a permear.
Sin embargo en el tema de seguridad pública es muy delicado manejarse electoralmente, se requiere ser institucional, ni adelantar expectativas cuando ni el propio gobierno del Estado y el gobierno de México, hablan de una solución de corto plazo dada la situación en que se encuentra el país y Sonora particularmente por ser frontera y por los grupos del crimen organizado que tradicionalmente operan. El mismo Andrés Manuel López Obrador, es cauto al afirmar que no declara la guerra al crimen, como en su momento lo realizara Felipe Calderón, si no lo importante es la seguridad y la tranquilidad de las familias.
Esperemos que la alcaldesa Célida López Cárdenas, retome el camino, no hay mejor campaña electoral que trabajar realmente en los problemas que reclaman resolver los hermosillenses y no solamente los de empresarios amigos. La gente espera un buen abasto del agua y eficiencia del organismo operador con tarifas justas, sin la intención de favorecer proyectos empresariales como los acuaféricos, en la seguridad pública, reducir los robos en todos los ámbitos, menos cristal en las calles sobre todo entre los jóvenes consumidores, pavimentación de calidad, más oportunidades de desarrollo en las comunidades rurales y marginales, entre muchas de las necesidades que reclama la ciudadanía. Así mismo el tema de seguridad pública debe tratarse con mucha seriedad y cautela por que hay muchos intereses en el poder informal quienes ya demostraron que no le van a bajar de tono a pesar de la llegada de los 1800 elementos de la Guardia Nacional.