El lunes 28 de enero de 2019 la presidenta municipal Celida López presentó ante ciudadanos, empresarios, organizaciones civiles, medios de comunicación y servidores públicos municipales detalles del contrato mediante el cual entrarían directamente a un fideicomiso no solo los ingresos por concepto de Derecho de Alumbrado Público (DAP), sino también por Predial y Traslado de Dominio, por los próximos 15 años. El objetivo de la reunión era plantear que no permitiría la privatización de los servicios públicos especialmente el alumbrado público y que lucharía por su cancelación.
Doce meses después logra la cancelación de la concesión del alumbrado público por mutuo acuerdo con la empresa ConLuz de Hermosillo. La presidenta cumplió con el compromiso adquirido con la ciudadanía. Un verdadero logro financiero y también político.
Breve historia
En el mes de noviembre de 2016 el alcalde de Hermosillo propuso la conveniencia de la concesión del alumbrado público al Cabildo y de esa forma iniciaba el proceso de licitación. El argumento de la propuesta de la concesión era que iluminar a la ciudad disminuiría automáticamente los índices de inseguridad en las colonias marginadas, y por otra parte, representaría un ahorro para el municipio, tanto en términos de energía como monetario, entre otros beneficios. Además argumentaban que se pagaría exclusivamente con los recursos financieros de los Derechos de Alumbrado Público (DAP) que paga la ciudadanía de Hermosillo a la Comisión Federal de Electricidad y ésta a su vez le cobra al municipio el consumo de luz. Es decir, no se tocarían otros ingresos, como es el traslado de dominio de bienes inmuebles y el predial.
Lo que en realidad se estaba gestando era la privatización de este servicio público y hacer un gran negocio, que brindaría jugosas ganancias a la empresa cobijada por las autoridades municipales. Se estaría cristalizando un viejo anhelo de las últimas tres administraciones del municipio de Hermosillo de privatizar los servicios públicos.
En el año 2015 el alumbrado público- de acuerdo a un estudio realizado entre 2013 y 2014- era el segundo servicio mejor evaluado por debajo del servicio de recolección de basura. Además, la cobertura global del alumbrado público era del 99% y el índice de iluminación era 95%, lo que significa que Hermosillo era una ciudad bien iluminada, pero con tecnología tradicional. Sin embargo, la estrategia de la administración de Manuel Ignacio Acosta, consistió en dejar caer el mantenimiento del alumbrado para justificar la concesión ya que se deberían de haber atendido la reposición de más del 50% del universo de luminarias en el municipio. Además a varias colonias no se le dio servicios por semanas con el claro objetivo de que fuera atendido por una concesionaria, bajo el argumento de que alumbrado público no tenía capacidad logística ni financiera para brindar el servicio.
En 2016 se le asignó a la paramunicipal responsable de alumbrado público la cantidad de 60 millones de pesos para la reparación y reposición del alumbrado, sin embargo, un poco más de 6 millones de pesos se fue al pago de publicidad y difusión, y solamente se destinó 245 mil pesos para el alumbrado de algunas colonias. La administración municipal –en aquel momento- planteaba la necesidad de invertir un poco más de mil millones de pesos para no caer en una crisis de alumbrado público en la ciudad.
El 27 de marzo de 2017 el presidente municipal de Hermosillo, Manuel Ignacio Acosta, informa que se firmó el contrato de concesión- por hasta 15 años- con las empresas Construlita Lightin y Lux Systems de S.A. de C.V., y que pronto iniciarían los trabajos de pruebas, en el mes de abril del mismo año.
Los números
De acuerdo con el título de concesión otorgado a estas empresas, se realizaría una inversión de 750 millones de pesos para mantener toda la cadena del proceso del alumbrado público. Por este servicio prestado el municipio le debería pagar a la empresa alrededor de 16 millones 626 mil pesos mensuales, lo que anualmente sería la cantidad de 180 millones de pesos, y en el lapso de los 15 años se estaría pagando alrededor de 2 mil 600 millones de pesos, cifra que se aproxima a la deuda que se ha generado en los últimos 9 años por administraciones panistas y priistas. El negocio era un verdadero manjar económico y financiero.
Para ilustrar el impacto en las finanzas del municipio veamos los siguientes datos; el pago mensual de la concesión era de 16 millones 626 mil pesos, pero los ingresos del Impuesto por Derecho de Alumbrado Público (DAP), quitando el costo de la energía que consume el Ayuntamiento (SAP), se proyectaba obtener en 2019 únicamente 5 millones 945 mil pesos, por lo que hacían falta para el pago mensual la cantidad de 10 mil 300 millones de pesos.
De acuerdo con el contrato la concesionaria podrá tomar poco más de 10 millones 300 mil pesos de lo que ingresará a las arcas municipales por concepto de predial y pagos por Traslado de Dominio, lo cual implicaría que la administración solo podría utilizar los pocos recursos que quedarán para proporcionar los servicios a los ciudadanos como es el bacheo de las calles, el arreglo de fugas de aguas, entre otros servicios. La concesión estaría afectando de manera importante los recursos financieros del municipio. Ante esta grave situación el municipio tenía varias alternativas:
Dos rutas
Mantener el contrato e incrementar el impuesto por Derecho de Alumbrado Público (DAP) como proponían algunos sectores de la sociedad. Ruta que significaría un fuerte impacto en el bolsillo de las familias hermosillense y un alto costo político para la presidenta municipal, además estaría en contra del proyecto nacional del presidente López Obrador de no incrementar los impuestos
La otra era la cancelación de mutuo acuerdo de la concesión del alumbrado público, como finalmente se resolvió el conflicto entre las empresas y el municipio.
Esta situación la podríamos comparar- de alguna manera- con la teoría de juegos no cooperativos, donde un juego de suma cero describe una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros participantes.
Sin duda el reto para el municipio es enorme ya que en una situación financiera precaria – como la que mantiene el municipio de Hermosillo- se debe de realizar un alumbrado público moderno y de calidad además con una cobertura global de alumbrado público para la mayoría de los ciudadanos.
Finalmente no queda más que reconocer el trabajo de la presidenta municipal Celida López Cárdenas y su equipo por haber logrado la cancelación del alumbrado público y con ello evitar la fuga de recursos públicos que tanta falta hacen para mejorar los servicios para la comunidad.
Por ello el Gobierno Municipal de Hermosillo extiende la invitación a ciudadanos, empresarios, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad a la presentación del contenido de la cancelación de mutuo acuerdo de la concesión del Alumbrado Público este lunes 20 de enero del presente.
Presidenta municipal el próximo KO deberá ser los baches de la ciudad.
Dr. Carlos Germán Palafox Moyers
Investigador y Docente del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y Consejero del Observatorio de Convivencia y Seguridad del Estado de Sonora (OCSES).