Manuel Fernando López
Si en el equipo de Andrés Manuel López Obrador, donde por cierto abundan los pillos de altos vuelos , de verdad están interesados –sobre todo en Capufe y la SCT—en terminar con las extorsiones en las carreteras nacionales; pues según el presidente “es un robo al pueblo”, deben fijar la vista en el pájaro de cuentas de Florentino Vásquez Borja, quien ha hecho de lo anterior todo un modus vivendi, llenando sus bolsillos mediante el método anterior en las casetas de Sonora sin que autoridad alguna le ponga un alto a sus fechorías.
No está solo: le acompañan en este impune asalto sus secuaces, Julio Gutiérrez y Luis Varela, quienes le llevan a este tipo, maletas llenas de dinero a una oficina sita en la Hacienda de la Flor en la capital; paradójicamente muy cerca de donde esté el edificio de la Fiscalía General de Justicia del Estado, cuya función es perseguir y detener a los delincuentes.
Tipos como éstos, al igual que muchos integrantes de la etnia yaqui, deberán estar en prisión, pues han hecho del chantaje, de la amenaza y la extorsión contra los automovilistas y, sobre todo contra transportistas de carga el gran negocio de sus vidas.
Nada de “cuotas voluntarias”; las cuotas ellos las imponen y ¡aay! de quienes se oponen a estos ladrones, a estos delincuentes.
“Los terrenos de El Colorado”
Más aún sobre este tipo: invadió terrenos federales en la playa El Colorado, donde a cambio de obtener la cédula como abogado, premió a Miguel Nichols Flores , director del instituto con el mismo nombre en Hermosillo, con un terreno en dicho lugar.
En el ámbito de los verdaderos abogados, cuentan en broma, que este sujeto es tan mal litigante que incluso pierde los juicios de jurisdicción voluntaria y, así por el estilo.
Que fichas, la verdad.
¡Alea jacta est!.