Manuel Fernando López y Carlos Armando Briones Armenta
EL EJIDATARIO Manuel Ignacio Yáñez Espinoza denuncia
“La mentira y el engaño tienen fecha de caducidad; al final todo se descubre y, al mismo tiempo la confianza muere para siempre”.
En espera de la respuesta de la asociación de mineros ante el ecocidio brutal contra los pobladores de San Antonio de la Huerta, en Soyopa, Sonora, los inconformes, acudieron a la Procuraduría Agraria, para recabar información sobre la asamblea ejidal celebrada a principios de este mes y, donde supuestamente fue aprobado este crimen.
Adivinen que pasó: la respuesta que recibieron de funcionarios de la 4T, alejados –por obra y gracia del espíritu santo—de todo lo que huela a corrupción, no tiene desperdicio.
Dijeron en la dependencia a cargo de Enrique Garzón Valenzuela que ésta, nada tuvo que ver en la citada asamblea ejidal; los hechos, la realidad demuestran lo contrario.
Alguien miente y, no son los inconformes; va lo siguiente:ARRIBA EN PC SE VE MÁS AMPLIO
Más peor que la asquerosidad y envenenamiento causado por la minera, es la corrupción de las instituciones y, obviamente de los responsables –¡¿- de las mismas, que en aras de no soltar la “teta” y “vivir en el error”, doblegan sus lomos ante el poder económico de las empresas mineras.
Esta historia de corrupción y de crimen, continuará.
¡Alea jacta est!.
EN SAN ANTONIO DE LA HUERTA LA PRINCIPAL FUENTE DE INGRESO ES ES SACAR ORO PROCESO EN EL CUAL SE UTILIZAN QUIMICOS QUE CONTAMINANTES Y TODO ESO LO HACEN EN LA ORILLA DEL RIO, SOLO UN PREGUNTA ¿ESO NO CONTAMINA O ESO NO LES AFECTA?, OJALA ENCUENTREN UNA SOLUCION PARA ESTOS PROBLEMAS QUE AFECTAN TANTO A TODOS POR EL BIEN DEL PUEBLO