Manuel Fernando López
Una vez idiota, dos ya no; Juan Francisco Gim Nogales, después de la declaración que es un redomado y recalcitrante misógino, en donde lo toral consiste en que no importan los títulos académicos ni la preparación de las mujeres para dirigir cualquier puesto administrativo municipal, porque están condenadas –desde su mente primitiva de la edad media—a ser esclavas del “machismo”—a subordinarse a sus jefes inmediatos, así sean éstos unos idiotas o retrasados mentales, algo no encuadra.
Cierta ocasión, mi padre, cuando me vio llegar todo golpeado tras tórrida pelea en el barrio –Palo Verde, conste—y, mi respuesta fue: “ a ver cuando se me quita lo pendejo…”; la respuesta de mi viejo fue genial: “mira mijo, lo pendejo se quita a los tres días de muerto y, nadie lo ha comprobado…”.
Con base en lo anterior, la actitud de Gim Nogales, puede ser acusado de todo, menos de “pendejo”: está jugando perfectamente su rol como sirviente de Alfonso Durazo Montaño y, en consecuencia de “pavimentarle” el camino a la presidencia municipal de Nogales al llamado “húngaro” Jorge Freig Carrillo, identificado al ciento por ciento con la Alianza PRI, PAN, PRD y, por supuesto alfil de “los árabes”.
El silencio de Jesús Pujol Irastorza sigue siendo increíble en todo este escenario; ahora si que ganar y perder en el espectro político es interpretación pura.
Morena pudo arrasar con el aún alcalde, pero pesaron más los intereses económicos y, sobre todo, las filias familiares.
“¡Alea jacta est!”