El presidente está mal. Contiene video YouTube
Manuel Fernando López
Ahora que estuvo en Badiraguato—la tierra de ya saben quién—dizque para revisar carreteras, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en franca ingratitud y desmemoria para quienes le sirvieron en su propósito de llegar a la presidencia del país, prácticamente llamó ladrones a quienes han tomado las ilegales casetas de cobro en el país, desde la de Playas de Tijuana hasta las de Sonora por medio del Movimiento por el Libre Tránsito y, que han puesto en evidencia la enorme corrupción imperante al respecto.
“Todos tenemos que portarnos bien y, debe haber un auténtico estado de derecho, no un estado de chueco (sic) si se apoderan unos cuantos de las casetas no hay ingresos para la hacienda pública…”, establece en su discurso el presidente y, para que no haya la clásica frase de que este escrito está fuera de contexto, se incluye el mismo en esta columna.
La ecuación del presidente es al revés: los ladrones por años han sido los voraces concesionarios que anualmente engordan sus cuentas bancarias, nada menos que por 36 mil millones de pesos anuales y, aquí va lo más grotesco y de plano una burla para los mexicanos; sobre todo para usuarios de las rúas federales –pésimas en su mayoría—que desde hace mucho han soportado a tales pirañas: ¿saben cuánto aportan a hacienda federal por cada cien pesos recaudados? : ¡cinco centavos!.
Ahora bien, en cuanto a la caseta de Playas de Tijuana, donde en plena campaña de Jaime Bonilla al gobierno de Baja California y, en compañía de AMLO –este para la presidencia—prometieron quitarla y en consecuencia eliminar el cobro criminal a residentes del entorno, quienes incluso estaban obligados a pagar cuantas veces salieran, fuera para llevar a sus hijos a la escuela, fuera para ir al trabajo o a donde fuera, siendo gobernador Jaime Bonilla, decretó eliminar lo anterior ante la algarabía y felicidad de los ciudadanos.
El gozo pronto se fue al pozo, cuando por órdenes de AMLO, llegó la Guardia Nacional y la Marina para retomar dicha caseta de “robo” –perdón, de robo—para volver a imponer el brutal cobro a los ciudadanos, so pretexto de que el gobernador no tenía facultades.
Refuerzo lo anterior con el siguiente video:
Encima colocaron otra caseta un kilómetro adelante, para bolsear otra vez a los usuarios y, que siga el gran robo de los concesionarios, muchos a los cuales ya se les venció el permiso y, esto no lo ve o no quiere verlo el presidente.
No señor: los ladrones señor presidente no son quienes tomaron las casetas, son otros y, están muy cerca de usted.
¡Salud “Gerardito” desde La Bohemia, donde tomo caguamas “blancas” y no “mugrero” como afirmas.