Manuel Fernando López
Desde siempre el libro Metamorfosis del checo Kafka—confieso, no lo terminé por enfadoso—me es indiferente ante la realidad de nuestros gobiernos y, no, jamás la superará porque nuestro país y, sobre todo de sus políticos, cada día superan lo habido y por haber, sobre todo en cuanto al ridículo de sus declaraciones.
En Hermosillo y, a nivel estado, tenemos la mejor exponente de lo anterior en la persona de María Dolores del Río –con todos los colores partidistas en su piel—flamante secretaria de Seguridad Pública y, quien desde su nombramiento como tal, tiene temblando a los narcotraficantes, sicarios y demás alimañas de dicho mundo.
Obviamente la avalan sus credenciales de “dura” contra la delincuencia –organizada y desorganizada—para declarar –¡Dios de mi vida!—que la seguridad en Sonora tendrá mejora en la entidad en “un año tres meses…”.
En lenguaje que envidiaría Cantinflas dijo: “Un año tres meses que es lo que pusimos como meta, incluso como equipo de seguridad para cambiar cosas –¡?—para terminar de hacer diagnósticos, para encontrar mecanismos de mejora, por un lado la percepción y por otro la realidad”.
No pues a toda madre señora, mientras que siga corriendo la sangre y muerte de inocentes; sobre todo de niños.
Corre el calendario entonces hasta enero del año próximo; nomás avísenos si la seguridad será por la mañana o por la tarde.
Kafka nos da “bola”,