Un ministro sin piedad…! El Código

Por Redacción Mar 12, 2022

Esta columna fue escrita recientemente sobre este sujeto, que se ostentaba como subsecretario del trabajo, segundo de a bordo de la inoperante y, arribista de la política, Olga Armida Grijalva Otero.

Antonio Ruíz García, lacayo de Javier Villarreal Gámez, enemigo de los trabajadores sobre todo de los guardias de seguridad privada; al parecer acaba de ser guillotinado; claro, el término es que «renunció».

Manuel Fernando López

Desde hace muchos años, la justicia laboral, mejor dicho la Dirección del Trabajo y su apéndice la Junta de Conciliación y Arbitraje, están convertidas en un tianguis, donde el producto, la  mercancía a vender es el obrero, el trabajador, el más jodido de la sociedad ante los poderosos.

Discursos y promesas van y vienen por parte del gobierno en turno y, en dicha pradera llena de “coyotes” –los peores y más feroces están dentro de tales instituciones—y, en este naciente sexenio, donde el gobernador Alfonso Durazo Montaño, prometió honestidad –“en mi gobierno no habrá ninguna rata”—al parecer los roedores siguen riéndose de lo anterior.

La junta es un auténtico tianguis, donde la actual titular de la Dirección de Trabajo, la “trepadora” Olga Armida Grijalva Otero, no es más que un títere en manos de Antonio Ruiz García, eterno “gato” de Javier Villarreal Gámez, dirigente de la CTM en Sonora.

Es increíble, la capacidad de mimetismo de esta mujer, para continuar pegada a la ubre presupuestal y no “vivir en el error” : luego de su paso por el Tribunal Estatal Electoral, donde tiene varias acusaciones por corrupción por nepotismo, logró “colarse” al equipo de Alfonso Durazo Montaño y, desde ya, es la salvaguarda –mjjjm—de los trabajadores en la entidad.

Recuerdo, en un desayuno con el entonces dirigente del Partido del Trabajo, Jaime Moreno Berry y, cuando buscaba por todos los medios , alguna candidatura  de lo que fuera para continuar en la zona de confort tan amada por ella, dijo sentirse ¡asombrada y consternada!, por todas las  carencias y sufrimientos de la gente en las colonias visitadas.

¡Hasta entonces!, dióse cuenta de lo anterior y rasgó sus vestiduras para resolver aquel drama; ahora tiene la oportunidad como titular del Trabajo, para ayudar a tales olvidados ; claro, siempre y cuando se lo permita Antonio Ruiz García, quien la mueve  como títere.

Ejemplo fiel –Antonio—de la doble moral:  como funcionario, ha  insultado a quienes pugnan por dignificar la situación laboral de los guardias de  seguridad , afirmando que éstos  son unos “guevones” y, no merecen tal situación.

Luego, en sus ratos libres como funcionario público –esperamos no lo haga en horario oficial-.- toma su biblia y allá va a predicar la buena nueva del Señor como ministro de culto, porque como Saulo de Tarso “vio la luz” y ahora es todo un apóstol

Acuérdate Antonio, aquella anécdota muy cierta, donde mi inolvidable y querido amigo, quien además tanto te enseñó en el oficio—menos lo que nunca aprendiste, la decencia–  al preguntarte  sobre un grabado en tu camisa ostentándote como uno de los doce apóstoles predicando la palabra,  te preguntó con aquella ironía y sarcasmo, producto de tanta lectura y hombría.

“¿Y quién es el Judas…?.

Creo que como ministro de Dios, el pecado de la carne y ser infiel te deben ser ajenos, pero mira  esta fotografía que ya es un escándalo en las redes.

Perfecto: según tu, bien con Dios y mejor con el Diablo.

Y, más, cuando es tan hermosa la enviada de Satán.

¡Aah!, que difícil tu labor.

Que la carne asada del fin de semana con “cortes” prohibitivos para el obrero, te satisfagan y, más cuando describes las bondades de cada cual como buen cheff y el vino ideal.

Esto continuará

No te desesperes Miguel Haro con tu demanda 154/22 ,  es nomás esperar seis años

¡Alea jacta est!

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