Manuel Fernando López
El término no es invención mía, abundan las cartulinas por fuera del palacio municipal sede el ayuntamiento, donde ahora despacha su nuevo “dios”, Antonio Astiazarán Gutiérrez, tachándolo con tal epíteto, por parte de unos iracundos pensionados y jubilados ,pisoteados en sus derechos laborales y, a decir verdad, no se ve la mano izquierda para darle una salida a este problema.
Un problema con siete víctimas mortales, debido a la insensibilidad del “señor de los páneles” y motocicletas con electricidad; sote seres humanos despojados de vales y otra serie de prestaciones, logradas tras muchos años de trabajo para el ayuntamiento; no les fueron regaladas y, luchan con todo por recuperar tales beneficios.
No están solos en su empeño: ayer, ocho regidores les manifestaron su apoyo irrestricto,; entre ellos ,Ibeth Fuentes, Juan Carlos Jáuregui –independientes—René Edmundo García del Partido del Trabajo y, el dirigente estatal, Ramón Flores.
Tampoco faltó el diputado local y presidente de la comisión del trabajo del Congreso del Estado, Sebastián Orduño Fragoza –PT– para llevarles todo el apoyo en su causa; es lo que debe hacer un diputado que se precie de serlo.
Oswaldo Cervantes , abogado de los inconformes , precisó la enorme cantidad de violaciones contra sus representados; entre la principal Toño Astiazarán no reconoce la decisión de Cabildo para otorgar los beneficios ya citados.
René García, enfático al precisar que con base en el artículo 14 constitucional, no puede darse efecto retroactivo a ley alguna y, más cuando como en el presente caso, va en contra de los trabajadores, de los más necesitados.
Evidente también el desprecio y rechazo de todos para con el dirigente sindical Salvador Díaz Olguín, a quien no bajan de “traidor y vendido” por haberlos dejado en la situación ya descrita, destacando el grito de un trabajador Jorge Encinas, para las autoridades y en concreto el presidente “¡ no se hagan pendejos y, devuélvanos lo que es nuestro!” y, les regresen sus prestaciones conseguidas desde tiempos del ya fallecido alcalde Jorge Valencia Juillerat.
Por si existen dudas respecto al coraje e impotencia de estas personas, va el texto publicado por ellos: de entrada citan al alcalde, “El Chito Díaz”, secretario, “La Lizeth López”, recursos humanos, “La Flor Ayala”, tesorera y, a “regidores paleros, cómplices”.
“Esta camarilla de sinvergüenzas, miserables, idearon la infamia de despojarnos de nuestras prestaciones y derechos adquiridos a través los años trabajados para este municipio, a más de 1460 jubilados y pensionados, atentando así contra a salud y la vida de tantos adultos mayores que somos…”.
En fin, cuando se vive en “La Joya”, como vive el alcalde, alejado del sufrimiento y penurias de los eternos “jodidos” , nada de lo anterior, le interesa ni conmueve; el hambre y las necesidades no fueron hechas para él.