¿El periodismo es valentía?

Por Redacción Sep 19, 2022

Hermosillo, Son.

                     Hermosillo Sonora 19 de septiembre del 2022

Por Ing. Fernando Moreno

Muchos amigos y amigas me han recriminado que me ponga a tiro al blanco de las personas a las que critico abiertamente en mis textos. Ahí empieza el miedo que nos han infundido. La crítica pequeña y dolorosa ante un ente poderosos y lleno de recursos para neutralizar las voces discordantes.
Les confesaré algo, soy cobarde en todos los sentidos. Mido mis miedos a través de la existencia; cuando niño le temía a la oscuridad, de joven a la represión y hoy a la hipocresía. Hoy temo a no ser yo mismo, todos los miedos han sido superados y sigo siendo cobarde.
Es la cobardía de reprimirme a mi mismo en las ideas, en las controversias y los contubernios donde el espíritu hace su madeja de la que salen solo los resultados. Es una lucha interna donde definir lo que sigue: creer y callar plácidamente o leer y denunciar.
Superé mis miedos a tiempo, hoy sigo siendo cobarde pero no tengo miedo. Esa ha sido la idiosincrasia de los periodistas reales en el mundo. Aunque soy un principiante, soy fiel a los códigos y reglas de ese periodismo que denuncia, de difiere del renglón oficial y de los actos que son mas tertulia y pasarela que realidades.
Quizá haya ofendidos, que me demuestren lo contrario. El norte del país no existe para nuestro presidente, los proyectos de nuestro gobernador son de papel, sin recursos ni realidades. Nuestro presidente municipal se esfuerza, pero los baches y una ciudad destrozada le remienda la realidad.
No hay estrategia de seguridad, no hay guiones de desarrollo a mediano plazo; solo se patea el bote y se espera que no se inunde nuevamente Las Villas. Quizá hasta se les olvide a los vecinos, con el paso del tiempo, porque en Sonora casi nunca llueve.
Estamos supeditados a nuestros miedos, los políticos definen cuántos camiones de transporte urbano deben ocuparse, aunque las filas sean inclementes y el tiempo de espera ridículo ante todo el mundo.
¿En que capital urbana es mayor el tiempo de espera de los camiones urbanos? No responderé, pero la media es de una hora perdida al día para todos los ciudadanos que utilizan el transporte público en Hermosillo. Somos un millón de habitantes, la cuarta parte utiliza el transporte publico. ¿Qué se puede hacer con mas de 25 años de productividad perdida, en solo un año de movilización, en el trasporte asqueroso y nefasto de nuestra ciudad?
Hay que patear el bote: son el estado, el municipio, el gobierno federal que no apoyan. Lo cierto que nuestros coterráneos sudan, duermen y sufren en cada viaje del transporte público. Las matemáticas desnudan las ganancias y los estudios de las autoridades. Sus discursos, que creen son bien recibidos, son ridículos. No pasan un solo filtro de crítica. Estúpidos, estúpidos, estúpidos.
Y como ciudadano me pongo a sus órdenes para analizar los datos, para viajar en cualquier ruta y esperar a libre albedrío cualquier camión urbano, a analizar desde la estadística su operatividad y su eficiencia. No creemos en ustedes, se les acabaron sus triques de fantasía.
Igual las patrullas eléctricas, modernas, funcionales, esbeltas. Solo las veo en las rúas asfaltadas cazando cualquier falta a la ley, no para llevar tributos al Municipio sino a su comandante, para poder tener derecho de su cuota. Circulo en el norte y en el sur, pero nunca los veo en las calles secundarias, en las escuelas, en los parques. ¿O será mi imaginación maquiavélica?
Existe tecnología para dar seguimiento a cada unidad, quisiera que nos informen de las actividades de sus patrullas eléctricas y sus estancias en lugares de beneficio publico, colonias de alta peligrosidad y rúas donde hacen su agosto. ¿Habrá algún impedimento para accesar a dicha información?
La corrupción en la policía municipal de Hermosillo es gigantesca, nadie se ha atrevido a tocarla ni a hablar del tema. Yo le propongo a Antonio Astiazarán utilizar inteligentemente todos los recursos de que dispone para romper ese lastre de nuestra sociedad, un lastre que inicia en las cúpulas y del cual no está libre.
El informe de gobierno de su primer año de gestión sería genial si incluyera un plan de seguridad ciudadana, aún en contra de los policías del Municipio, hacer reglas que no sean supeditadas a faltas administrativas sino a delitos como la corrupción, el cohecho, el secuestro y la privación ilegal de la libertad. A esos grados llega el alcance de la policía, acompañándote al cajero a que retires la debida mochada.
¿Qué te parecería una foto obligatoria en cada detención de vehículo? Eso le dejaría pruebas al ciudadano para denunciar, el seguimiento de su patrulla lo delataría y corroboraría el posible delito, las cámaras del banco confirmarían el retiro de dinero del cuentahabiente y zaz, el policía estaría esperando con una carpeta blanca para no ocultar el traspaso de los billetes…
No se ocupa mucha inteligencia para desbaratar la corrupción. Desde la música altisonante, los choques tergiversados con las aseguradoras y los excesos de autoridad en que frecuentemente incurren los policías del Municipio de Hermosillo.
Antonio Astiazaran dio su informe esbelto, sin baches. No recriminó que no llegó la nieve ofrecida. Citar estadísticas es un buen recurso, el ser humano no sabe de ellas en la realidad, también hacer referencia a logros y proyectos ambiciosos.
Me gustaría que desbaratara la corrupción en la policía municipal; que viera por la mejora del transporte público desde el ámbito de su competencia. Que no pateara el bote, que usara su habilidad política para negociar con el estado y con la federación que no seamos un pueblo polvoriento en nuestro desierto y lleno de baches cuando se nubla.
Hay muchos temas que deben atenderse, viviríamos mejor sin policía corrupta, con un buen sistema de transporte y con una planeación de vialidades de calidad; no ocupamos informe de gobierno, a las realidades nos sometemos como ciudadanos.
Disfrutaremos de una nieve de Pitaya o de vainilla, en donde gustemos; caminando a través de la catedral, del parque Madero o de alguna plaza, sintiendo la seguridad y el respeto de la policía, de quien nos cuida y nos protege. Podremos llegar en camión urbano, sabiendo y presumiendo que es eficiente.
No cuestiono sus logros ni su discurso, pero lo reto como ciudadano a romper la corrupción de la policía municipal. Encerrar en la cárcel a los primeros policías municipales sería el mejor logro de sus siguientes informes de gobierno. Romper el esquema del transporte público anquilosado y lleno de corrupción, sería otro.
Yo le aplaudo, presidente municipal si le responde a un ciudadano, no al congreso, que son una bola de borregos, y si lo quieren discutir les expongo una mesa para hacerlo.
Llegaron los tiempos de los ciudadanos, los que cuestionan todo.

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