Alejandro Matty Ortega
Sonora vio nacer a la Asociación de Periodistas Independientes Nacionales Con Espíritu Libre (Apincel).
El colectivo tiene la misión de dignificar el ejercicio periodístico a través del planteamiento de iniciativas de ley y el acceso a la seguridad social.
Apincel lleva en su espíritu la tarea de integrar a los periodistas de a pie que a diario enfrentan desafíos.
La unidad periodística como meta derivará en una mejor propuesta informativa a la sociedad que exige y merece honestidad, objetividad, profesionalismo y ante todo, la verdad.
Los retos a los que los periodistas sociales nos enfrentamos son titánicos y en ocasiones temerarios.
Los enemigos de la verdad invierten millones de pesos, recursos materiales y humanos para contener que la verdad salga a la luz.
Los peligros y los riesgos son incalculables.
Son un monstruo de mil cabezas.
La unidad en el gremio no es una patente.
Es casi inexistente.
Imperceptible.
Invisible.
Apincel se alza cual balsa al náufrago en tiempos de vendavales políticos y económicos.
Una expresión de fe y esperanza en mejorar la calidad de vida de sus integrantes.
Más aún, se alza como una oportunidad de mejorar la calidad informativa a la que la sociedad tiene derecho.
La unión hace la fuerza y aquí no será la excepción.
Cada periodista que consolida a este colectivo domina el ejercicio periodístico.
Llevan las letras tatuadas en su cuerpo.
Más aún en su corazón y sus conciencias.
Son grandes guerreros.
Héroes de mil batallas.
Y sólo con el arma y su escudo más poderoso del mundo:
Su pluma y Dios en su corazón.
Larga vida a Apincel.