Manuel Fernando López
En amena plática, más que entrevista periodística con el comisionado nacional del Partido del Trabajo y, a cargo del mismo en nuestro estado, Ramón Flores Robles abordamos diversos aspectos del acontecer político y, de la alianza con Morena para refrendar el triunfo de la 4T en los próximos comicios electorales.
Lamenta aquella izquierda de los turbulentos años setentas, que arrastrara tras de si a muchísimos jóvenes idealistas para cambiar la realidad social donde imperaba siempre –poco ha cambiado—la brutal diferencia económica entre la población mexicana y, que los hizo tomar las armas para ser muertos muchos de ellos y, otros a la cárcel si no desaparecidos, por fortuna ha cambiado.
“En nuestro Partido del Trabajo estamos trabajando precisamente en este cambio, con base en nuestras firmes convicciones de mejorar tales aspectos que humillan a nuestra sociedad, sobre todo a los más olvidados durante años, por regímenes políticos depredadores y, ya en el basurero de la historia”, precisa quien le está echando todos los kilos a fortalecerlo
En la plática con varios amigos y militantes del PT en la sede del mismo, surgieron diversos temas, café de por medio y, dos—hubieron muchos—fueron claves : cómo y dónde aparecen en la historia los términos “ser de izquierda” o “ser de derecha” y, el otro en el mismo tenor, en nuestra entidad, cuál es el origen den los movimientos de izquierda.
Incluyéndome en la lista, quienes por años, hemos oído tales términos me di a la tarea de averiguar todo lo anterior y, esto encontré: claro con la ayuda de la tecnología y, por desgracia no aprovechada por la mayoría.
Ambos términos –izquierda y derecha—nacen en Francia 1789 al inicio de su famosa revolución y, donde los masones se sentaban a la izquierda, circulando de izquierda a derecha—evolución según ellos — como las manecillas del reloj y los sentados a la derecha en otro sentido, supuestamente lo contrario que es la involución.
Este es pues a mi modesto entender el nacimiento de liberales y conservadores o involucionistas.
En Sonora
Hablar de la izquierda en nuestra entidad llevaría mucho tiempo y, la verdad un viaje increíble en el tiempo; haré un esfuerzo por tal factor: es importante traer a la memoria al que fuera gobernador de 1967 a 1973, Faustino Félix Serna, mismo que llegara al puesto en medio de violentas manifestaciones en su contra cuando el “dedazo” de Gustavo Díaz Ordaz le favoreció, aun cuando el favorito era Fausto Acosta Romo.
Surge entonces la famosa “Ola Verde”, un grupo de choque, de golpeadores al puro estilo hitleriano, ciento por ciento derechista para reprimir lo anterior y, sin temor a equivocarme esto inició a los grupos de izquierda; jóvenes idealistas creyentes en transformar a Sonora y terminar los privilegios de la “ricada”, de la oligarquía, de los eternos “ganones”.
Fue nuestra querida Alma Mater, la Universidad de Sonora, donde floreció una generación de luchadores sociales, llamados “activistas”, con personajes inolvidables como Raúl Saínz Cota, Claudio Ayala, Ismael Mercado Andrews, Armando Moreno Soto, Patricio Estévez Nenninger y un largo etcétera que escapa a la memoria
Para la historia: este movimiento, trajo como consecuencia la entrada del ejercito a la Unison y fue el preámbulo de las famosas“barricadas” en París, Francia y, a la postre en gran movimiento de 1968 en la Ciudad de México.
Estos y otros, prefirieron el mundo de la palabra, de entender la democracia como tal; otros, hartos de promesas, prefirieron las armas para enfrentarse al poder; Jesús Zambrano Grijalva, “El Tragabalas” el más representativo; tanto que fue dirigente nacional del PRD cuando los días de gloria de este partido.
“Si el poder político los corrompió y, olvidaron sus orígenes idealistas que nos sirva en el PT, para no incurrir en lo anterior”, sostiene Flores Robles, mientras van y vienen jóvenes, un sector donde está incidiendo y fuerte el PT.
Lo cierto es que no perdamos de vista a este partido y, “lo demostraremos en el próximo proceso electoral” advierte el comisionado nacional, quien en todo momento se mostró cauto en relación a las “corcholatas”.
Lo dicho; sabe esperar y, mientras “hacer adobes”.