Polos de Desarrollo para el Bienestar. El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (primera parte).

Por Redacción Mar 2, 2024

Carlos Germán Palafox Moyllers


Empoderar económicamente a zonas geográficas específicas requiere tomar decisiones muchas veces fundamentales, que implican un reordenamiento urbano y de infraestructura, el cambio de vocaciones productivas, incentivar programas y planes de desarrollo regionales y estatales ligados con una estrategia nacional, y modificar formas de producción y relaciones económicas para que beneficien no sólo al sector empresarial, sino también al entorno espacial, y se asegure el desarrollo social. Una gran ventana para lograr estos objetivos es la creación de corredores industriales y los llamados polos de desarrollo para el bienestar.

El presente artículo pretende llevar a cabo un primer acercamiento al tema analizando el caso del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), especialmente en lo referente a las ventajas y beneficios de los polos de desarrollo, así como a la importancia de los estímulos fiscales para su creación. Este caso puede ser una referencia interesante para iniciar con la política industrial en la implementación de los polos de desarrollo en el estado de Sonora.
Se define como Polos de Desarrollo para el Bienestar a las áreas geográficas delimitadas que cuentan con las condiciones para atraer inversión y potenciar capacidades productivas, a efecto de detonar el desarrollo económico y social.
El establecimiento de los Polos de Desarrollo para el Bienestar busca detonar un cambio estructural en una región e impulsar la consecución de los objetivos del Programa para el Desarrollo en ella.
Una de las propuestas importantes que ha hecho Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición MORENA-PT-PV, es ordenar la inversión y generar economías de escala en el contexto del nearshoring o relocalización de empresas, mediante el desarrollo de corredores industriales y polos de bienestar.
La vecindad con Estados Unidos proporciona una evidente ventaja comparativa a los estados fronterizos, entre ellos Sonora, aunque hay cuatro grandes industrias —autopartes, producción de vehículos ligeros, aeroespacial y dispositivos médicos— que han tenido la capacidad de desarrollarse regionalmente en el norte y el Bajío.
¿Y el sur-sureste? A través de un decreto, y ante la nueva estrategia económica internacional de las empresas, el nearshoring, el Ejecutivo Federal anunció un paquete de estímulos fiscales para las empresas que se instalen en los polos de desarrollo del bienestar del Istmo de Tehuantepec. Entre los beneficios que se incluyen para atraer inversiones en diez zonas estratégicas del sureste mexicano está la exención de impuestos. Es la primera llamada para los inversionistas. Ahora falta que el alto mando responsable de la coordinación ejecutiva del Corredor Interoceánico precise cuáles serán las áreas consideradas polos de desarrollo del Istmo de Tehuantepec, aunque ya están definidas las actividades productivas invitadas a invertir en la región: eléctrica y electrónica, semiconductores, automotriz, autopartes y equipo de transporte, dispositivos médicos, farmacéutica, agroindustria, equipos para generación y distribución de energía eléctrica, maquinaria y equipo, tecnologías de la información y comunicación, y metales y petroquímicos.
El lunes 5 junio de 2023, el mismo día que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto destinado a fomentar, incentivar y reactivar la inversión en los Polos de Desarrollo para el Bienestar del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Consejo de Empresas Globales divulgó un estudio sobre el nearshoring en México, y cuya conclusión es que México tiene una ventana de oportunidad no mayor a seis años para concretar las oportunidades de inversión.
De acuerdo con estimaciones basadas en múltiples fuentes, antes del año 2030 la relocalización de empresas podría generar entre dos y cuatro millones de empleos adicionales, y romper con el máximo histórico de inversiones extranjeras directas (36,000 millones de dólares en 2023), para llegar a 50,000 millones de dólares anuales, lo que llevaría a un crecimiento del PIB de 5.5%, y a incrementar la productividad laboral entre el 15 y el 30 por ciento.
El gobierno federal proporcionaría facilidades para incentivar a los inversionistas extranjeros y nacionales, a través de asegurar que dispongan de fibra óptica, gas natural, agua potable, incentivos fiscales y electricidad.
Una circunstancia muy propicia para el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es que el Canal de Panamá, que ha sido la vía interoceánica dominante en el continente americano atraviesa actualmente por una de sus peores crisis por la escasez de agua, lo que ha llevado a imponer restricciones al tráfico de barcos. Esto está llevando a que muchos inversionistas y empresarios dirijan su atención e interés a la nueva opción de transporte terrestre y marítimo que se abre en México: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
El Istmo de Tehuantepec es la zona geográfica localizada entre los estados de Veracruz y Oaxaca. Es la región más angosta de México entre el Océano Pacifico y el Océano Atlántico, en su sector del Golfo de México, y es un tramo estratégico que comprende aproximadamente 200 kilómetros de ancho.
El Corredor Interoceánico tiene como objetivo el transporte de pasajeros y de mercancías, para lo cual se restauraron las vías férreas y se construyen nuevas infraestructuras para recibir barcos de gran calado. Entre los impactos económicos y sociales que tendrá el Corredor están impulsar el nearshoring, aumentar el PIB del país, y generar dinamismo económico y empleos en la región. El proyecto, que busca revivir el sur-sureste del país, representa una inversión de 14 mil millones de pesos y se espera que genere alrededor de 30 mil empleos.
EL Corredor Interoceánico, ubicado entre dos océanos unidos por Coatzacoalcos, Ver. y Salina Cruz, Oax., cuenta con 303 kilómetros de recorrido de costa a costa, y permitirá que mediante transporte ferroviario tanto los contenedores como los pasajeros lo puedan cruzar en un tiempo de seis horas. De tal magnitud es el proyecto que se calcula una movilización anual de 1.4 millones de contenedores.
En la próxima entrega se presentarán los lineamientos para el otorgamiento de los beneficios fiscales para los contribuyentes que realicen actividades económicas productivas al interior de los polos de desarrollo para el bienestar en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

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