Tuvo lugar en El Colegio de Sonora el 25 de octubre, la presentación del libro Colonia Morelos. Un ejemplo de ética mormona junto al río Bavispe (1900-1912), (2012, Colson-CEEyS) de Irene Ríos Figueroa, un estudio histórico de las poblaciones mormonas que se asentaron en la sierra alta de Sonora hacia final del siglo XIX y la primera década del XX, el cual representa una obra pionera en el tema desde la perspectiva mexicana.
La doctora Dora Elvia Enríquez Licón, dijo que la obra es un significativo aporte a una historia que paulatinamente va clarificando los modos en que se configuró la frontera norte, además de incursionar en un campo poco explorado, la diversidad religiosa en Sonora. “Mucho ayudó al autor la arraigada tradición mormona de guardar memoria escrita de todo lo relacionado con su iglesia, con lo que tuvo acceso a numerosas historias personales que da cuenta de varias historias de familia”, explicó.
Enríquez Licón, académica de la Universidad de Sonora (Unison), expuso que el pueblo Colonia Morelos, fue fundado por un puñado de hombres, mujeres y niños provenientes de Estados Unidos, que amparados en sus creencias religiosas, buscaron acomodo en un territorio inhóspito, fronterizo, con la consigna de dar forma a un orden social, fundado en la ética religiosa mormona.
Por su parte, el doctor Gustavo Lorenzana Durán, también de la Unison, señaló que una de las aportaciones del autor es que muestra la aplicación de la ética mormona, la cual tiene que ver con la posición de romper con las cadenas del afán de lucro, lo que consideraban precepto divino. “Más allá de la posición religiosa, los mormones se movieron en la línea de la riqueza y el trabajo”, abundó.
Puntualizo que el libro no viene a cubrir indagaciones sobre la sociedad sonorense o mormona, sino más bien, viene a contemplar el periodo histórico del periodo de estudio y con ella alcanzar la comprensión de dicha realidad sobre diferentes aristas.
En su intervención, el maestro Irene Ríos Figueroa, comentó que siendo novel maestro normalista llegó a dar clases a Colonia Morelos, y después de varios días en el lugar, observó unas construcciones y vestigios que no pertenecían a la idiosincrasia de los sonorenses, esto lo llevó a desarrollar la investigación. “Esta es una historia que se le debía a Sonora, la cual es fascinante por sí misma, lo que yo hice fue soplar sobre esa historia y descubrir el brillo. Invito a otros académicos a profundizar más en el tema”, subrayó. Ramón Angel Romero Valdés