Omar de la Vara
El inmueble de dos pisos donde despachaba la hipotecaria Su Casita ubicado en la intersección de los Bulevares Solidaridad y Navarrete en la colonia Raquet Club luce abandonado, con la mascota (un castor) construido de lamina incrustado en la pared polvoriento, ha sido blanco de vándalos o gente molesta; uno de su ventanales principales fue apedreado.
Al asomarse al interior se puede observar que el desalojo de lugar fue apresurado pues se ven sobre los mostradores y escritorios papelería, sellos, algunos muebles para oficinas, más de diez cámaras de vigilancia en el exterior de buena calidad y resolución, como las que utiliza el municipio en algunos cruceros lucen intactas en espera de que algún abusado se las robe.
En la puerta principal también de vidrio, del caro, luce un letrero con el teléfono 1800 712 1212 para información a clientes; en media hora que este medio estuvo observando y en espera de la presencia de personas que pudieran haber sido afectadas, llegó un ciudadano un tanto despistado quien intentó entrar a las oficinas.
¿Señor disculpe es uno de los afectados?
“no, venía a ver si me daban un crédito para vivienda quiero sacar una casa”
¿No sabía que se declaró en quiebra?
“no, y fíjate, desde hace meses quería venir por fortuna no lo hice”
Entre pasillos de los edificios de Gobierno y del Congreso del Estado varios colegas y funcionarios andan diciendo que uno de los dueños de la hipotecaria declarada en quiebra y avalada por la juez octava de distrito en materia Civil del Distrito Federal Emma Gaspar Santana.
Es Carlos Tapia Astiazaran Contralor del Gobierno del Estado y tenía una capacidad de endeudamiento de 5 mil 500 millones de pesos.